Un terremoto de magnitud 4,4 en la escala de Richter sacudió la provincia italiana de Perugia, en el centro del país, el pasado jueves. Según una primera supervisión de la zona, el temblor no causó daños graves y solo dejó algunas grietas en edificios. El epicentro del terremoto se registró en la localidad de Umbertide, a los pies de la cordillera de los Apeninos, a una profundidad de 10 kilómetros. La sacudida pudo sentirse en varios puntos del centro italiano e hizo que la gente de los municipios afectados, también de la ciudad de Perugia, saliera a la calle asustada, aunque por el momento no se han constatado daños graves en edificios.
Los bomberos confirmaron que en Umbertide aparecieron "microlesiones" en algunos edificios, pero no constan heridos ni víctimas. Tras el terremoto, en esta zona catalogada de peligrosidad sísmica alta, siguieron otros once temblores de baja energía, con una magnitud por debajo de 2. La península italiana es muy sensible desde el punto de vista sísmico y en concreto esta zona montañosa, entre las regiones de Abruzos, Umbria y Las Marcas, suele registrar terremotos. Algunos muy dañinos como el que se registró en 1997 en la cercana Asís, con 11 muertos, entre ellos por el colapso de la basílica de San Francisco, o más recientemente el que el 24 de agosto de 2016 arrasó la cercana localidad de Amatrice, saldándose con 299 muertos y miles de desplazados.
Por precaución, todas las sedes de la Universidad de Perugia estarán cerradas y la circulación de los trenes por la zona ha sido suspendida hasta que se terminen los controles de seguridad. La situación está siendo seguida por el subsecretario del Ministerio del Interior, Emanuele Prisco; por la jefa del departamento de los Bomberos, Laura Lega; y el director de la central de emergencia del cuerpo, Marco Ghimeti, entre otros. El temblor fue sentido en regiones cercanas como la Toscana, tal y como confirmó su gobernador, Eugenio Giani, que acudió a la sala operativa para verificar la situación.
En conclusión, el terremoto de magnitud 4,4 en la escala de Richter que sacudió la provincia italiana de Perugia no causó daños graves, aunque sí dejó algunas grietas en edificios. La situación está siendo seguida por las autoridades pertinentes y, por precaución, todas las sedes de la Universidad de Perugia estarán cerradas. La península italiana es muy sensible desde el punto de vista sísmico y en concreto esta zona montañosa suele registrar terremotos.