Esta tarde fueron sepultados en el Cementerio de Cañete los restos del joven Moisés Orellana Pavez, de 21 años, quien en la madrugada de ayer fue asesinado de un balazo, presumiblemente por uno de los integrantes de la banda de encapuchados que poco antes realizó un ataque incendiario en dicha comuna.
Previamente, se realizó un velorio en el domicilio de la familia de Orellana, en la localidad de Lloncao, desde donde el cortejo fúnebre con los restos del joven se trasladó al camposanto.
Antes de la ceremonia, la madre del joven, María Pavez, cuestionó: “¿A la justicia qué le voy a pedir? Nada, si nunca hace nada”.
Marta, tía de Orellana, lamentó que “era un joven que estaba empezando a vivir. Esperamos que se haga justicia, porque pareciera que al final no se hace nada”.
En TVN, en tanto, uno de los amigos de Orellana que estaba con él cuando ocurrió su crimen, en el sector de Paicaví Grande, dio su testimonio: “Nosotros los vimos pasar -a la banda de encapuchados- y se estacionaron unos 15 metros delante de nuestro auto, se bajaron con chalecos antibala, escopetas largas, eran unos cinco, ocho, nos encañonaron y nos dijeron que nos fuéramos. En ningún momento nos bajamos del auto, levantamos las manos y les dijimos que sí, ya, que nos íbamos, y en eso siento el escopetazo”.
Cabe señalar que ayer, la fiscal regional del Biobío, Marcela Cartagena, confirmó que uno de los integrantes del grupo que perpetró el incendio de tres cabañas en Cañete durante esta madrugada es el responsable del asesinato de Orellana.
“Se ha podido constatar efectivamente la muerte del joven de 21 años por un escopetazo, a manos de una de las personas que primero habrían incendiado las cabañas en el sector donde ocurren estos hechos”, señaló esta tarde la fiscal Cartagena.