En una relevante junta matutina denominada el Desayuno de Proyectos 2024, organizada por la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (APRIMIN), se dio a conocer un importante avance para el sector minero nacional con la presentación de Nueva Centinela, un proyecto que promete revitalizar la industria a través de la inversión y la innovación tecnológica. Este encuentro, que congregó a los principales actores de la minería, fue el escenario escogido para discutir los desafíos actuales que enfrenta la industria, así como para explorar las soluciones y oportunidades que se vislumbran en el horizonte.
La apertura del evento estuvo a cargo de Dominique Viera, presidenta de APRIMIN, quien expuso la crítica situación de inversión que afronta el sector. Subrayó la imperiosa necesidad de incorporar nuevas tecnologías y agilizar la aprobación de proyectos mineros, para así fomentar tanto la inversión como la productividad dentro del sector. “Somos los que tenemos el conocimiento y la tecnología para mejorar esa producción, y, por ende, debemos informar lo que estamos haciendo para mejorarla. De esta
forma, aportamos a los distintos procesos.”, aseguró Viera, enfatizando que sin inversión no hay crecimiento, y sin productividad, el progreso es insostenible.
En un turno posterior, Carlos Espinoza, gerente general de Minera Centinela, una empresa de Antofagasta Minerals, detalló los aspectos claves del proyecto Nueva Centinela. Este ambicioso plan busca expandir las operaciones existentes de Minera Centinela, aumentando tanto su capacidad de procesamiento de mineral como su vida útil. La implementación de una segunda planta concentradora, destinada a tratar los minerales de los rajos Esperanza Sur y Encuentro, implica una inversión de 4.400 millones de dólares. Espinoza destacó que este proyecto no solo elevará la producción anual de cobre en 144.000 toneladas, posicionando a la compañía entre los quince mayores productores a nivel mundial, sino que también incrementará la producción de molibdeno y oro, reforzando así el liderazgo de Chile en la producción de estos metales preciosos.
La sostenibilidad es otro pilar fundamental de Nueva Centinela. La iniciativa prevé seguir utilizando agua de mar sin desalar en todo su proceso productivo y energía eléctrica derivada exclusivamente de fuentes renovables, garantizando así una operación amigable con el medio ambiente. Además, el proyecto se compromete a generar alrededor de 13.000 empleos, con un especial énfasis en la inclusión laboral tanto local como de género, marcando un hito en la participación femenina dentro de la industria para los próximos años.
La presentación de Nueva Centinela se erige como un hito crucial para el futuro de la minería, evidenciando la confianza y el compromiso de los actores involucrados en llevar a cabo proyectos de gran envergadura en tiempos definidos. Este proyecto no solo representa un impulso significativo para la economía y el empleo, sino que también reafirma el compromiso de la industria minera con la sostenibilidad ambiental y la equidad de género, estableciendo un precedente en la forma de concebir y desarrollar la minería del futuro.